En el local estaba una de las empleadas a la que amenazaron con un arma de fuego. Instantes después llegó otro de los empleados al que le dieron un culatazo en la cabeza y le exigieron que abriera la caja fuerte.
Los ladrones esperaron 10 minutos a que el sistema de seguridad de la caja abriera y se llevaron el dinero.
Según información primaria a la que accedió Subrayado, se estima que la cifra hurtada rondaría los $ 800.000.
Ahora la Policía analiza las imágenes de las cámaras de seguridad que el local posee tanto en el interior como en el exterior.